Tengo 53 años y, la verdad, soy joven, por lo menos de apariencia. Cada día me levanto con dolores. Hace años que tengo artrosis en las rodillas. Los médicos de la empresa dicen que es de la edad, pero creo que no soy tan mayor. A todo esto se ha ido sumando más dolor. Diagnóstico final: fibromialgia.

Esta carta va dirigida a los mandatarios de este país. Llevo 33 años en la misma empresa y esperando tener una jubilación que sea digna y una vida también mejor para poder disfrutar de ella, pero resulta que estos señores políticos hacen que se vaya retrasando la edad de jubilación mientras que ellos se llenan los bolsillos.

Vamos a ver, señores: ahora mismo, con 53, me duele hasta el alma cuando me levanto. ¿Cómo pretenden que esté a la edad que ustedes dicen que hay que jubilarse? Basta ya de estos políticos que no se ponen de acuerdo ni para formar el gobierno de la nación y que no miran por el trabajador. También tenemos derecho a disfrutar después de los 55 años.