Extremadura sigue estando a la cola, incluso hemos bajado algún punto, en resultados en las últimas pruebas PISA, y no me vale la interpretación de nuestra Administración, de que somos de los que menos hemos bajado, una cosa es quedarse sin postre en un menú, y otra muy distinta que comiendo el primer plato te queden sin pan, el optimismo sin pan, no es optimismo, es alegrarse de los que se quedan sin postre. No, los resultados académicos no son buenos, pero como he comentado con anterioridad, respecto a los resultados de PISA, éstos hay que verlos en un contexto que muchas veces no se corresponden con la realidad de cada región.

Extremadura es de las comunidades que más gastan por alumno en relación a su PIB, por lo que algo está fallando y me da la sensación que no sólo es el sistema educativo extremeño, es el desapego de nuestro sistema educativo con mayúsculas, hacia aquellas regiones no tan favorecidas, la clásica diferencia entre el Norte y el Sur. Un sistema educativo con una Ley de Educación hecha a imagen y semejanza de contextos, vamos a llamar del Norte, y alejada de la realidad, vamos a llamar del Sur. También curricularmente, y ahí, porprimera vez, doy la razón a Tiana, nuestro Secretario de Estado de Educación, quizás debamos no sólo modificar la estructura y organización de nuestro sistema educativo, también modificarlo curricularmente, o al menos flexibilizarlo para que cada Autonomía lo adapte a su realidad.

Sí coincido sin embargo, y además es motivo de orgullo, que Extremadura sea de las regiones más equitativas entre sexos y titularidad de centros, donde más se ha bajado en diferencia con respecto al entorno social, cultural y económico y donde apenas hay sensación de acoso escolar entre el alumnado. Al Rey lo que es del Rey, que traducido significa que Extremadura ha apostado y apuesta por la escuela pública, por su escuela rural, porque Extremadura es rural, más Cáceres que Badajoz, por luchar por la igualdad de oportunidades de todos los alumnos extremeños y luchar contra la lacra del acoso escolar, bravo, pero los resultados son los que son.

El otro día, recuerdo, como con admiración leía como una pequeña escuela rural, obtenía mejores resultados que el mejor centro de Finlandia. El secreto, una ratio baja, mayor número de profesorado por grupos de alumnos y apoyos y relación directa con las familias. Soy optimista no porque Madrid se haya quedado sin postre, porque aquí, en Extremadura se apuesta por la escuela pública, aunque cueste, y si de estas elecciones sale un Pacto Educativo que de verdad luche tanto por el Norte como el Sur, que potencie y permita grandes ofertas de empleo público y apueste por el profesorado allí donde más problemas tengan las Autonomías, Extremadura tardará poco en dejar de ser optimista para ser realista y sacar pecho.

* Maestro