Seguramente serán muchos y muchas quienes piensen que la posición política de la Iglesia católica española es conservadora pero que los discursos actuales de la jerarquía eclesiástica no tienen nada que ver con la ideología del nacionalcatolicismo de la dictadura.

Yo también pensaba eso. Creía que la jerarquía católica estaba manteniendo un discurso radicalmente conservador pero alejado de aquel nacionalcatolicismo.

Sin embargo el 6 de enero de este año ha cambiado mi opinión sobre la Iglesia católica española. Me explico:

Ese día estaba en Madrid, mi compañera y yo decidimos dar un paseo por las zonas de Madrid que nos gustan. Sobre las 6 de la tarde estábamos en Sol y nos dirigíamos caminando hacia Callao. De golpe, en una calle lateral vimos una iglesia que nunca había percibido. La curiosidad nos llevó a acercarnos con idea de ver su interior.

Antes de subir las escaleras de acceso, percibimos un mendigo con dos perros acostado en el suelo sobre unos cartones. No puedo negar que mi deformación literaria me llevó a recordar las estampas que Galdós describe en su novela Misericordia . Es decir, pensé en esos católicos practicantes que necesitan dar sus limosnas a los menesterosos como una garantía de lavar su conciencia y a la vez como una forma de ir comprando el pasaje hacia la gloria . Pero preferí no profundizar en esa idea y me limité a subir las escaleras con ideas de ver el interior de la iglesia.

XUNA VEZx en la puerta, una ventana acristalada nos permitió ver que el interior estaba lleno. Se estaba oficiando una misa y ante tanta multitud pensé que, aunque las encuestas hablan de una pequeña población católica-practicante, no cabía dudas de que toda esa población había coincidido en esa iglesia.

Abrimos la puerta y entramos. Un cura estaba dando un sermón desde el atril del altar. Oímos que hablaba del Reino de Cristo y hasta aquí nada fuera de lo normalmente esperado. El sobresalto vino inmediatamente después.

El cura cita a Pío XI , el Papa que pactó con Mussolini y con Hitler . Posiblemente un papa bastante imPío, desde mi punto de vista al menos. Pero la reivindicación de la actualidad de la cita del mencionado imPío es lo que me sorprendió. literalmente el cura dijo: "Las leyes públicas no pueden hacerse fuera del reino de Dios. El reino de Dios está por encima de esas leyes públicas y por ello ningún católico puede respetar esas leyes públicas si las mismas no se ajustan a la moral y la ética del reino de Dios"

Como lo oyen. No exagero. El cura estaba diciendo, a los católicos asistentes, que la democracia está supeditada a Dios; que la sociedad adecuada es una teocracia, donde no importa la ética, la moral, las ideas o la conciencia de todos aquellos que no sean católicos.

Indignado y reprimiendo mi impulso de alzar la voz en mitad del sermón y llamar al referido cura por lo que era (teócrata y fascista), abandonamos de inmediato la iglesia. ¿Hasta cuándo vamos a tener que soportar tanta intolerancia?

Soy de los que piensan que la religión es un derecho privado incuestionable, pero desde luego me siento militante activista cuando se pasa esa línea pretendiendo imponer a todos los ciudadanos una sola visión del mundo y de la vida, es decir cuando de la privacidad se pasa a pretender someternos, mediante autos de fe , a una única visión social.

La cuestión es hasta cuándo tenemos que soportar las consecuencias de una transición claudicante como la que tuvimos. ¿Cuándo será el momento de que la sociedad sea realmente laica y la religión sea un derecho incuestionable de la esfera privada de las personas?

Parece ser que pronto se hablará en el Congreso de la nueva ley de Libertad Religiosa. Esperemos que así se dé el paso necesario que separe definitivamente la esfera pública de las orientaciones religiosas. Pero me temo que, como en la imagen, Zapatero acabe soportando con resignación el peso de la religión. Aunque lo más grave no es que él soporte el referido peso por miedo electoral, sino que una vez más, ese miedo electoral que cercena la libertades reales se nos vuelva a imponer a todos, independientemente de las creencias plurales de cada sujeto que constituimos la ciudadanía. ¡Ojala esté equivocado, y imagen de la viñeta que acompaña a estas líneas no acabe siendo real!

*Miembro del Bloque de Izquierdasde Extremadura.