La ceremonia de los Oscar de este año no pasará ciertamente a la historia. Los premios han cumplido con la acrisolada tradición conservadora de la Academia de Hollywood, cuyos miembros han elegido sin ningún riesgo películas de calidad incuestionable. Los pronósticos de los galardones más importantes se han confirmado: ´El discurso del rey´ ha sido considerada la mejor película, y su protagonista, Colin Firth, se ha llevado el premio al mejor actor, así como Natalie Portman el de la mejor actriz por ´Cisne negro´. La derrota de Bardem frente a Firth entraba también dentro de lo previsible. La historia del monarca tartamudo, Jorge VI de Inglaterra, ha acabado por destronar a la que era favorita hace unos meses, ´La red social´, sobre la vida del fundador de Facebook, posiblemente demasiado moderna para los usos de la Academia del Cine. De los cuatro premios principales, tal vez el más sorprendente haya sido el concedido como mejor director a Tom Hooper (´El discurso del rey´), un realizador de televisión de 38 años, que ha desbancado a directores consolidados como David Fincher y los hermanos Coen. El triunfo de ´El discurso del rey´ ha sido indiscutible, pero tampoco ha habido ninguna película que arrasara con una numerosa colección de estatuillas, que se han repartido entre los más destacados filmes a concurso. En este sentido, la lista de premios resulta tan anodina como la gala, que careció de ritmo y rozó el aburrimiento, pese a las expectativas de dinamismo levantadas por la joven pareja de actores presentadores.