A principios de diciembre de 2010, en una empresa llamada Flightcare, ubicada en el aeropuerto de Madrid, realicé un curso no remunerado de una semana sobre los diferentes cometidos a desempeñar por un trabajador de almacén.

Cuando nos llamaron por teléfono, nos dijeron que una vez realizado este curso nuestra entrada en la empresa era cuestión de días, como mucho de un par de semanas. Ocho ilusos estuvimos, de lunes a viernes y de 7.00 a 15.00 horas, tomando apuntes y visualizando vídeos. Durante una semana gastando gasolina o tirando de bono-transporte.

Pero según nos dijo un trabajador, en un descanso y en petit comité, otros ocho chavales habían recibido el mismo curso una semana antes, y otros ocho estaban en las puertas de Flightcare para recibirlo la semana entrante. Flightcare no me ha llamado, les llamé yo y les he preguntado para cuándo mi incorporación a la empresa. Estos, ante la falta de respuestas satisfactorias y después de algún balbuceo, salieron con la peregrina justificación de que ya me habían avisado por teléfono, renunciando yo al puesto por haber encontrado trabajo en otro lugar. ¿Estoy yo tonto? ¿No me entero cuando me llaman para empezar a trabajar en una empresa de la que estoy esperando que me llamen? ¿Qué beneficios obtiene Flightcare cachondeándose de los desempleados? ¿Reciben algún tipo de subvención cuando presenta las firmas de los asistentes a sus cursos? ¿Algún beneficio económico por llevar a cabo tan filantrópica y efectiva formación?

Angel R. Pastor Rincón **

Orellana la Vieja