TEts como en la consulta del dentista, cuando sale la enfermera y dice, que pase el siguiente, y ves como la vez va corriendo inexorablemente. ¿Cuánto durará en cartel el último escándalo político entre el PP y el PSOE, si ha habido o no escuchas ilegales contra la oposición por orden el Gobierno, este presunto watergate patrio ? Hasta que pase el siguiente , me temo. Y me lo temo porque mi primer sentimiento como ciudadana es de indignación, si tiene razón el PP y las ha habido porque sería un atropello democrático; si no la tiene porque una acusación como esta que roza la calumnia --o cae en ella, como apunta la asociación judicial Francisco de Vitoria-- no debería quedar impune, desde mi punto de vista, al menos políticamente, aunque (o precisamente porque) los denunciantes sean políticos.

Meter a la policía, a los jueces y a los fiscales así, en general, en un saco tan sucio como que espían a la oposición por orden y al servicio del gobierno es, como sin duda sabe la abogada del Estado María Dolores de Cospedal , número dos del PP, algo que tiene que probar el denunciante, no el denunciado. Y si no puedes probarlo, te aguantas, como se aguantan el resto de los ciudadanos porque con sospechas no se ganan los juicios. Pensar que lo que, sin aportar prueba alguna de momento, está haciendo el PP es hacer política es de ley del embudo . Ante la ley los políticos deben ser uno más, y los partidos lo mismo. Pero --ojalá me equivoque-- la realidad es que no siempre (en realidad casi nunca) lo son.

Las asociaciones policiales, judiciales y de fiscales españolas no es fácil que se pongan de acuerdo pero todas sin faltar una se ha llevado las manos a la cabeza ante la acusación de Cospedal, se supone que con el visto bueno de Rajoy . Policías, jueces, fiscales, el Gobierno y parte del PP por lo bajinis (menos Ana Botella que le ha puesto voz) le piden a la número dos del PP que, o rectifique, o se ratifique, o pruebe lo que dice, o se vaya a su casa. Esto es tan gordo que estoy por pensar que algo de eso ocurrirá, aunque admito que para mí sería una auténtica sorpresa. Ojalá. Pero lo que dice la voz de la experiencia es que escampará, que aunque no haya rectificación ni pruebas es iluso contar con que alguien del nivel de Cospedal dimita o cese. Y que es casi igual de iluso pensar que el Gobierno pasará de los aspavientos retóricos a la posible querella que ha insinuado por calumnias la vicepresidenta de la Vega .