Si Paz Campos Trigo (Sevilla, 2-1-1976) no hubiese ido por primera vez al teatro a los 16 años (su colegio llevó a las alumnas a ver La casa de Bernarda Alba, de García Lorca), a estas alturas no existiría Paz Vega, la gran protagonista de las películas Lucía y el sexo, de Julio Medem, y de Carmen, la versión de Vicente Aranda que acaba de estrenarse.

Fue tanta la fascinación que sintió viendo la interpretación de las actrices que decidió dedicarse a eso: a cortar la respiración de los demás, como le ocurrió a ella. A los 20 años, después de picotear estudiando Periodismo y Arte Dramático, Paz, la hija de un torero banderillero ya jubilado, se trasladó a Madrid para realizar su vocación algo tardía comparada con tanta niña prodigio que ha habido y habrá. En la capital de España alternó los trabajos de camarera y modelo publicitaria con sus apariciones en series de televisión (Menudo es mi padre y Más que amigos fueron las primeras). Por su papel en la telecomedia Siete vidas (1999), Medem se fijó en ella para interpretar la premiada Lucía y el sexo (un goya, un ondas, una distinción en Cannes como actriz revelación y el Sant Jordi del 2001).

Por si fuera poco, en Hable con ella también hizo un papelito que dejó tan satisfecho a Pedro Almodóvar, que no sería extraño que aquello fuese el principio de una estrecha relación... cinematográfica.