Microsoft ha decidido cerrar sus canales gratuitos de chat en 28 países en nombre de la protección de los menores ante la pornografía y de la necesidad de combatir el abuso del correo basura. Son dos objetivos loables, pero no puede olvidarse la intención que subyace tras esta medida: comenzar a cobrar por el servicio. Los chats de Microsoft seguirán ofreciéndose en países donde son de pago, como EEUU, Japón y Canadá.

El correo basura no es exclusivo de estos canales. Los usuarios del popular servicio de correo electrónico de Microsoft, Hotmail, no sólo reciben, sino que además envían millones de correos basura de todo tipo. ¿Hay que entender que Hotmail también tiene los días contados? ¿O sólo la gratuidad de Hotmail? En cuanto a la difusión de contenidos peligrosos para menores, el cierre de los chats no tutelados es un paso. Pero la solución está en manos de las familias, que deberían controlar el acceso a la red de los más pequeños, y de las grandes compañías, que habrían de introducir de verdad elementos de seguridad, como la figura del moderador. Aunque esto, por supuesto, tiene un precio. El trasfondo real es que, progresivamente y un servicio tras otro, internet está dejando de ser gratuita.