Estoy segura que habrá muchos lectores que no me entenderán, pero también sé que estarán los que sí saben lo que quiero decir. Hace unos días perdí a mi perrito y de verdad que lo estoy pasando muy mal.

No me hago la idea de llegar a casa y que él no me reciba y también cuando llevo un rato despistada miro por todos los rincones esperando verlo en cualquier momento. Pero estas líneas no van para decir cómo me siento, que también.

Quiero expresar mi agradecimiento a los veterinarios que me han ayudado en los últimos días a hacer todo lo que estaba en nuestras manos para que mi Nelo estuviera con el menor sufrimiento posible.

Gracias, muchas gracias por su profesionalidad y por su bien hacer tanto a la clínica Amantea de Badajoz como al Hospital Clínico Veterinario de la Universidad de Extremadura en Cáceres.

Todos ellos estuvieron junto a nosotros con el mayor apoyo y dándonos toda la ayuda humanitaria posible haciendo su trabajo con la máxima excelencia. ¡Gracias!