Si mi nada científica percepción no falla, los perros gozan de mucha más popularidad que los gatos. A la gente no le gusta el sentido de independencia de los felinos. Se dice que los gatos son ariscos, impredecibles, solitarios muchas veces. Mientras que los perros te aseguran un amor incondicional, una devoción completa, una dependencia total.

Los que tienen gatos hasta tienen que justificarse a veces: «si mi gato es como un perro».

Me pregunto si este es un indicador que se puede extrapolar a diferentes circunstancias de nuestra sociedad.

Bueno, primero cabe decir que servidora es amante de todos los bichos -salvo de los insectos, que son los verdaderos bichos-. Pero me parece muy injusta esa mala fama para los gatos y esa admiración por los perros.

El perro es leal sí, o quizás sumiso. El can siempre sigue a su dueño, salvo extrañas excepciones, no importa lo que éste le ordene. Mientras que el gato al final hace lo que le da la gana.

En este momento político convulso que vivimos, no solo en el país sino en todo el mundo, creo que tenemos que seguir la línea del gato. Desconfiar, dudar, tomar distancia, observar.

Me temo sin embargo que la tendencia es perruna. Así, el líder marca órdenes fáciles para problemas difíciles y la manada le cree ciegamente sacudiendo la cola -en nuestro caso las banderas-.

No conozco unas elecciones que no hayan sido denominadas como ‘históricas’. Es una coletilla de la que abusamos bastante. Pero el próximo 28 de abril está en juego la resistencia o la involución.

Los canes de la derecha han encontrado cómo acomodarse en una manada que amenaza con llevarse derechos básicos con la misma facilidad y felicidad con la que el perro corre y recoge la pelota. La izquierda mientras tanto, cual gato callejero, sigue perdida y altiva. Con ese sentimiento de superioridad que le ha hecho perder la confianza del pueblo, igual que nadie se acaba de fiar del todo de un gato.

El punto es que, o bien nos aislamos, o bien nos toca elegir. ¿Perro o gato? Aunque también debe de haber otras alternativas: un pájaro, una tortuga, un pez. Quedan un par de meses para decidir.