La plaza es mía. También es suya, señora Elena Nevado. La plaza es de los dos. La plaza es de todos. También es de los taxistas pero cuando libran y disfrutan de la plaza paseando. Señora alcaldesa, nos ha costado mucho conseguir que la plaza sea peatonal (su reforma también). Ahora, su forma de hacer política no puede echar a perder la derrota de los caballitos de metal (guiño a Ana Baliñas), permitiendo el disfrute del ciudadano en un amplio espacio sin el riesgo de sufrir molestia alguna por esa plaga de vehículos a motor que inundan nuestras calles. Por cierto, la reforma, pese al dineral, me ha encantado.

Me pregunto qué forma de hacer política es esa que se basa en promesas impopulares. O qué forma de hacer política es esa que se basa en el interés de un partido político, el suyo, y en el interés de un sector, el de los taxistas. En plena campaña electoral, usted y su partido, les prometieron a los taxistas circular por la plaza que había sido declarada peatonal. La promesa iba más allá: si ganaban las elecciones, la promesa sería una realidad. Lógicamente, ahora esos profesionales reclaman que esa vieja promesa se cumpla.

Señora alcaldesa, pasee por su plaza, también la de todos, y compruebe lo que hemos ganado. Usted también ha ganado (no me refiero a las elecciones). Pregúntele al turista pero sobre todo observe como la plaza al ser peatonal ha atraído a un público amplio de la ciudad a disfrutar de ella por muchas razones. Entre ellas, la tranquilidad y la seguridad. Deténgase a observar a las familias con niños pequeñitos.

No se preocupe. Convoque al colectivo de taxistas y paseen por la plaza un sábado soleado. Sea sincera. Todas las personas cometemos errores. La plaza peatonal es de todos y no se toca. Los caballitos de metal , son historia. Por cierto, no se olvide de ampliar esta medida a otras zonas de la ciudad. Con el tiempo sentirá una gran satisfacción y será muy recompensada por la ciudadanía.

Juan Jesús Tato **

Cáceres