Profesor

El invento de la precampaña tiene pocos años y nació de la mano del PP, que tenía ciertas prisas por adelantar las fechas que la ley marca para hacer campaña electoral y así, con la justificación de que no se pedía el voto, adelantar la movida preelectoral, sabedores de que en el año 96 o 99 las encuestas le eran favorables.

Con el paso del tiempo esta práctica insoportable ha sido seguida por todos los partidos. El problema hoy día, superado el hecho inevitable de la precampaña, está en las formas y en algunos casos incluso en el fondo. ¿Es lícito utilizar, años antes de las elecciones del 25 de mayo del año 2003, vallas publicitarias, faldones de periódicos o cabinas telefónicas para mostrarnos la imagen de un político, en actitud de constante preelectoralismo, que se presenta muchos meses después a unas elecciones?

¿Es necesario y legal este tipo de estrategia política? ¿No conoce nadie a ese candidato que necesita de esta sobredosis tan cansina? ¿En verdad, estos anuncios con mensajes subliminales tales como "presidente regional", dan a los políticos más votos?

Si esto fuera así, ¿por qué, a partir del 26 de mayo, algunos no arriendan mas vallas aún y colocan en ellas su foto, y un eslogan que diga: "En el año 2007 puede que me presente a las elecciones, o tal vez en el año 2011"? Y qué me dicen de la costumbre, ¿legal?, de sacar boletines municipales "final de legislatura", justo en estas fechas. Así se explica que la Junta Electoral los haya prohibido en Badajoz y Mérida. Lo de don Loreto y su televisión regional, con protesta de currantes, sindicatos y el PSOE, por la manipulación tan descarada de la información, no tiene nombre. ¡Ay don Loreto, don Loreto! ¡País de precampañas que dan todo menos votos!