Esta semana las redes estaban repletas de las palabras relacionadas con todos los cambios producidos en nuestras vidas, esta pandemia que nos asedia así lo está provocando con una rapidez que nunca hubiésemos imaginado. Estoy convencida que si todo se hubiese narrado en una película durante la sobremesa la hubiésemos descrito como la mayor de las realidades surrealistas paranoicas; se hablaba del descubrimiento de aplicaciones en nuestros dispositivos que han servido de entretenimiento, las nuevas obligaciones cotidianas, los nuevos objetos... pero ninguna de esas palabras, ninguna, más allá de generar alguna que otra sonrisa, conseguían generar la esperanza que tanto necesitamos y esperamos en estos mismos momentos, ésa que evoque la solución, esa la generó la noticia que vino desde Bruselas: la Agencia Europea del Medicamento daba luz verde al primer fármaco para tratar la covid-19. Aún quedan procesos de aprobación y la última decisión la tomará la Comisión Europea, pero sin duda, el paso dado nos aporta algo de luz en este camino en la nueva normalidad establecida.

Desde el Congreso de los Diputados con esa misma nueva normalidad nos daba también una nueva esperanza, el decreto fue aprobado, también, con los votos del Partido Popular. El principal partido de la oposición tomó la responsabilidad que tanto se esperaba, dejó la irresponsabilidad más dañina y estéril a un lado y dio esperanza a todos los demócratas que pensamos que la labor de la oposición también construye y es útil a la ciudadanía si se pone el buen y el proyecto común por encima de cualquier interés egoísta o puramente electoralista. Esperemos que se este nuevo comportamiento se extienda y perdure para evitar conductas tan antipatriotas como la vivida estas últimas semanas en el seno de la Unión Europea en las que el Partido Popular de España daba alas y pábulo a la derecha más extrema de Europa que solo busca la asfixia del estado social y una repetición de los efectos producidos por la crisis del 2008.

La esperanza estará en cada uno de los pasos que nos conduzcan a la solución. Hasta entonces, la precaución, las medidas higiénicas, las recomendaciones sanitarias deben ser nuestra nueva normalidad; hacerla juntos, con unidad, con responsabilidad hacen que los pasos serán mayores. Los votos en el decreto no son solo simples votos, ojalá representen la mejor de las lealtades al país.

*Filóloga y diputada del PSOE.