TLte han entrado ahora muchas prisas a los dirigentes del PP por realizar todos los proyectos que durante años se han ido aplazando o que ya en el momento de perder las elecciones nacionales contaban con una periodización ralentizada. Les faltó incluso tiempo para indicar que se abandonaban actuaciones y que se retiraban iniciativas. En el caso extremeño han llegado al esperpento, declarando que los dirigentes socialistas son una especie de enemigos de la región, a la que quieren hundir. Y casi les echan las culpas de que el AVE no esté en funcionamiento. Así es la derecha: vocinglera e hipócrita, incapaz de la autocrítica, pero soberbia en lo que consideran su propiedad: el poder del que históricamente tanto se han lucrado impunemente.

Hay que tener al menos un poco de humildad. Hay que saber reconocer la evidencia de que se ha perdido la confianza mayoritaria del pueblo, y que esa confianza se ha traspasado a otros, y que estos otros merecen un margen de cortesía antes de rasgarse convulsivamente las vestiduras. Las prisas de ahora no son buenas ni para ellos mismos, porque el pueblo no es tan ingenuo como estos dirigentes espasmódicos se creen, y pueden morir algunos ciudadanos de un ataque de risa ante tanta histeria solidaria de su nueva piel prestada de corderos que berrean o ladran en permanente confusión.

*Historiador