Soy una anoréxica de 16 años y estoy ingresada en la unidad de Trastornos Alimentarios (TA) de un hospital. Quisiera hacer llegar a los organismos competentes mis reflexiones sobre el preocupante incremento de esta epidemia, que tiene un componente genético, pero también tiene mucha importancia la presión social y cultural. En la adolescencia, somos muy vulnerables y nos influyen mucho los cánones de belleza que nos imponen, principalmente al sexo femenino. En el último año se ha avanzado muy poco en tema de prevención. Solo en los desfiles se exige a las modelos un mínimo de masa corporal. Los enfermos de TA estamos obsesionados con nuestra imagen, y, principalmente en primavera, las televisiones y otros medios nos bombardean con publicidad que transmite cánones de belleza poco saludables. En las revistas de moda y belleza se publican reportajes en los que aparecen modelos muy delgadas. Lo mismo pasa en algunos programas de la tele. Hace unos meses, la ministra de Sanidad aconsejó retirar la publicidad de una hamburguesa XXL porque incumplía los acuerdos de prevención de la obesidad. También hay una ley que regula la del tabaco y alcohol. ¿Por qué no hacen lo propio con la publicidad, para prevenir la anorexia y bulimia y para que no afecte a la ya difícil vida que tenemos los enfermos de TA? Ya está bien de tanta hipocresía. No se atreven a regularla, porque hay muchos intereses económicos, como son los ingresos publicitarios y los beneficios de las empresas anunciantes. Los organismos competentes son los únicos que pueden actuar para reducir el incremento de esta grave enfermedad. Por favor, ¡que actúen ya!

M. A. **

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