Periodista

WOMAD. Ha pasado tiempo suficiente para que los responsables cacereños de esta cita anual con las músicas del mundo analicen con criterio las ediciones celebradas. Como no están ciegos y su trabajo son los espectáculos públicos, tienen claro que el Womad no es lo que era. El público también analiza: captó el bajón de calidad, sin nombres notables, no se sabe quién actúa hasta unos días antes...

CAMBIOS EN EL WOMAD ESPAÑOL. La organización Womad cambió su equipo español, y a partir de ahí surge una endeble programación y el olvido del binomio: Womad-Cáceres que fue su éxito. Nuestra ciudad acogió un festival nada conocido en España y sin lugar estable de celebración. Cáceres apostó por un Womad español, dándole su personalidad de claros tintes solidarios. La negociación en planos de igualdad con sus responsables en Londres y España, se tambaleaba.

¿APOYO EMPRESARIAL? Los hosteleros quieren que siga. ¡Claro, a nadie le amarga un dulce! Cuando se inició el Womad se pidió su apoyo para celebrar el nombramiento en 1992, de Cáceres, Capital Cultural de Extremadura. Sólo hubo buenas palabras. ¿Cuánto aportarían económicamente al festival que tanto les deja?

¿MANTENER ESA CITA? ¡Sí! Llámese Womad o no, pero con su filosofía. En el mundo hay citas musicales por miles, a parte del Womad, que pueden hacerse aquí. Yo apostaría, ya este año, por un festival propio. Tener que negociar con personas más interesadas en devorar presupuestos que hablar de calidad en programaciones, sin considerar todo cuanto Cáceres dio a su festival, ni es de recibo ni debe aceptarse más.