Se acercan las elecciones y, pese a lo serio del acontecimiento, asistimos bastante divertidos al espectáculo de los partidos. Pues estos protagonizan un serial en el que se suceden vertiginosamente las purgas con apariencia de venganza, las pugnas con vencedores y vencidos y los fichajes ilustres de estrellas rutilantes, también con apariencia de venganza.

El PSOE, por ejemplo, ha optado sin tapujos por purgas brutales que algunos malpensados atribuyen a venganza, y ya puede Ábalos justificarlas en nombre de la libertad de los dirigentes para conformar sus equipos idóneos, que persiste la sensación amarga del impotente «tomo nota» de Díaz. Muchos de los que descabalgaron a Sánchez en aquel borrascoso episodio de Ferraz o han caído o llevan camino de hacerlo. Y algunos en episodios sangrantemente grotescos como el abandono de Soraya Rodríguez, probablemente poco antes de que la echaran y la posterior caída de José Blanco, pese a haberse desgañitado en Twitter contra la antigua portavoz, implorando tal vez el perdón del líder supremo al que en otro tiempo fue infiel.

Casado, por su parte, también ha eliminado todo resto de sorayistas o marianistas, y así lo proclamó de modo ácido Villalobos al afirmar que se iba porque había perdido un Congreso, por más que el líder aquí, ante el abandono de Báñez o Méndez de Vigo arguya que lo hacen con total libertad, ¡faltaría más! y para incorporarse a la actividad privada.

Caso opuesto al abogado del Estado, Edmundo Bal, ilustre fichaje del campeón de los fichajes ilustres, y al que le faltó tiempo para afirmar que no se presenta con Ciudadanos por venganza, justo después de explicar cómo fue defenestrado de su cargo por negarse a rebajar a sedición lo que estimaba una clara rebelión.

VOX ficha generales y la pugna entre posibilistas y fanáticos en el partido del prófugo se salda con la victoria de estos últimos, como muy bien ejemplifica el bochornoso episodio de lacitos y pancartillas.

Así que solo nos resta esperar al fichaje estrella de Unidas Podemos antes del que vuElva su líder.