El Día del Libro de este año celebró ayer el prólogo del Pregón de la lectura con una conferencia del dibujante y escritor Quino, quien nunca pensó que se llamara de otra manera hasta que en la escuela le citaron por su nombre y apellidos. No obstante, Joaquín Salvador Lavado Tejón (Mendoza, Argentina, 17-7-1932) ya ha pasado a la historia como Quino, el creador de Mafalda, personaje infantil que en 1.928 tiras, entre 1964 y 1973, dejó en evidencia a los adultos del mundo entero.

Hijo de andaluces que emigraron a Argentina en 1919, Quino vivió su infancia en un ambiente de republicanismo de izquierda (una abuela suya era comunista) y viendo sufrir a su familia a causa de la victoria de Franco en la guerra civil. Pese a sus raíces siempre vivas, no formalizó los trámites de su ciudadanía española hasta 1990.

Quino debe su vocación a su tío Joaquín, que nunca se desprendía de sus lapiceros. Dos años de estudios de Bellas Artes le sirvieron para empezar a soltarse. Pero la consagración llegó por casualidad: recibió el encargo de inventar una tira de una familia media para una campaña de electrodomésticos y nació Mafalda (el personaje protagonista tenía que comenzar por eme como Mansfield). Por fortuna, la campaña se suspendió y Mafalda se independizó. Y, en 1973, Quino también. Porque no sólo de Mafalda vive el hombre.