Esta semana hemos vivido el día grande de nuestra región. Un día de reivindicaciones políticas para exigir más y mejor para nuestra tierra, de reconocimientos a todos los extremeños anónimos que escribieron nuestra historia y de orgullo por lo que somos gracias a lo que fuimos. Un día de sentimientos que brotan del corazón, pero también de reflexiones desde la razón.

Han sido muchos los compromisos y reivindicaciones que desde las diferentes posiciones hemos escuchado, pero yo me quedo con una por encima de todas las demás: ACUERDO. Acuerdo por encima de las diferencias y directrices políticas. Acuerdo fruto de la suma del diálogo, el entendimiento y el interés general.

Así lo venimos poniendo en práctica desde el PP de Extremadura con buenos resultados para la región. Leyes duraderas, investidura, desbloqueo de presupuestos o gobierno sin sobresaltos son solo algunos ejemplos. Y en ello habrá que seguir trabajando porque Extremadura presenta deficiencias que hacen que sea necesario corregir el rumbo y cambiar determinadas políticas. Este curso político también estará marcado por la existencia de un gobierno en minoría que deberá buscar el consenso a través del diálogo y ganarse el acuerdo. Ceder y conceder.

Preferimos construir a destruir, sumar a restar, unir a dividir. Preferencias que deberían ser obligación y hoja de ruta de quienes en estos momentos tienen la responsabilidad de desbloquear una situación que empieza a dar señales de aviso.

Por eso, muchos extremeños echamos de menos que en el Día de Extremadura la oficialidad no resaltase que lo que se viene haciendo en Extremadura es lo correcto, y que todo lo demás resta a los ciudadanos. Esconder aquello que aporta y beneficia por cuestiones puramente partidistas de forma sistémica, cuando puedes poner a tu región como ejemplo ante toda España, pone en sobre aviso de que en algunos sigue imperando el interés propio y partidista por encima del general. Puro espejismo. Pura necesidad.

Tampoco podemos esperar mucho más de quienes no sienten vergüenza ante faltas de respeto a nuestros signos de identidad. Sí, me refiero a los responsables de que en nuestro día la finalización de la interpretación del himno fuera enseñando las posaderas al respetable, añadiendo un "a tomar por..." ahí. Llámenme clásica. Espero que disfrutaran de nuestro día. ¡Viva Extremadura! ¡Viva la Virgen de Guadalupe!