Cumplidos los dos años de legislatura, comprobamos cómo el principal debate que rodeó los primeros meses de Monago en el Gobierno ha desaparecido del panorama político regional. Era la moción de censura o el cambio de gobierno, una llave que tenía en su poder el PSOE (siempre que contara con la coalición) y que en los inicios de mandato popular, Fernández Vara lideraba con total seguridad y según llegó a afirmar "como casi una obligación". Fue incluso el titular que su líder propagó en los días en que aspiraba o mejor dicho, esperaba (por ser único candidato), a ser reelegido como secretario general de su formación. La clave inicial para el derribo del gobierno era la cifra de 160.000 parados. La última cifra dada por el PSOE han sido los 200.000.

XCON EL PASOx del tiempo y los acontecimientos, esta teoría de la oposición, más hipótesis que posibilidad, ha ido perdiendo fuerza hasta tal punto que el tradicional partido gobernante en Extremadura, se dedica estos días a resistir las embestidas de PP e IU en vez de ser ellos, los que azucen la gestión popular y la abstención de Escobar . Para ello, sólo le bastan los datos del paro como recurso. Más aún, si los enmarca en el cuadro de las promesas electorales de 2011. El PSOE ha mantenido la última bola de partido hasta diciembre del pasado año, cuando todavía coqueteaba con la moción de censura anunciándola para enero de 2013. El día 10 de ese mes, en un ejercicio de prudencia tardía, el propio Fernández Vara quiso silenciar el debate emplazándolo al momento en que presentara la moción si es que esta llegaba en algún momento.

XDE ESTAx forma, las advertencias de moción de los socialistas, que en un principio podían servir como medida de presión hacia el gobierno, se han convertido en una promesa incumplida de la oposición. Un juego tímido y una auténtica operación de maquillaje que ocultaba la verdadera paralización de esta iniciativa. Gestos de galería y superfluos que comprobamos al ver cómo desde las filas socialistas han aumentado progresivamente el techo de paro como argumento para presentar la moción. También los partidos que no gobiernan tienen deberes, no sólo derechos. Tanto PSOE como Izquierda Unida tienen la obligación de proponer y controlar la labor del ejecutivo regional. Sobre todo teniendo la posibilidad de alcanzar pactos concretos que a mitad de campaña, son menos de los deseados y cuya relación brilla por los reproches que por los acuerdos.

XLLEGADOSx al ecuador de legislatura, todo indica que Monago continuará hasta 2015 en la más absoluta tranquilidad parlamentaria. Por parte del gobierno hemos empezado a observar ya acciones con las que justificar el mandato en las próximas elecciones. Lo cual irá en aumento tras el verano con la bajada de impuestos. Al no poder con el empleo, las bazas hay que jugarlas con otras cartas menos decisivas. Más preocupante es que la oposición también relaje el nivel de exigencia y acepte las nuevas reglas de juego, es decir, la solución al paro está fuera.

XASI,x tampoco el PSOE podrá decir que tiene la llave del trabajo. Avisaron con moción a los 160.000 parados, luego con 200.000. Pero todo sigue igual. Izquierda Unida también trabaja por las urnas. Pretenden adjudicarse parte de la gestión de Monago. Un boomerang en su contra cuando nos acercamos a las filas del Sexpe. Todos renuncian a la creación de puestos de trabajo. También los ciudadanos. Las últimas encuestas no castigan tal desaguisado social. Y aunque el debate "moción sí", "moción no" se haya silenciado, las razones de la misma siguen puestas sobre la mesa, 181.600 según la última EPA.