El nacionalismo catalán quiere una república para Cataluña y el presidente del Gobierno no va a negársela. No podría, después de lo que el nacionalismo ha hecho por él. Y quienes vigilan de cerca cómo y cuándo se producirá (una república no es un personaje de Cuerda, que brota sin ser sembrado y de la noche a la mañana) creen tener desde el jueves la prueba definitiva que confirmaría esa voluntad del presidente para con el nacionalcatalanismo, con perdón. Se trata de la reverencia que Iván Redondo, asesor del presidente (llamarle asesor es llamarle poco), hizo a Quim Torra.

Ciertamente, los gestos dicen mucho. Y una reverencia a un presidente autonómico -otra cosa es lo que Torra diga o quiera ser-, hecha además por quien se considera la persona de confianza de Sánchez, solo puede interpretarse mal, es decir, o que Torra tiene el favor del Gobierno o que el Gobierno no cuenta con Torra, una de dos. No hay que olvidar que la reverencia se produjo en un contexto muy concreto: el encuentro entre el presidente Sánchez y el presidente Torra, encuentro en el que iban a decidir una mesa de diálogo para resolver el conflicto político entre España y Cataluña, confirmando así la existencia de un conflicto entre España y Cataluña, por si no se sabía, y la necesidad de un diálogo para resolverlo, por si tampoco. En cualquier otra circunstancia, la reverencia ni siquiera hubiera sido reverencia, ni a favor ni en contra.

Como se sabe, Sánchez le debe mucho al nacionalismo catalán. No sería presidente del Gobierno si no hubiera negociado con él la abstención para la investidura. Pero su agradecimiento no pasa por Torra, sino por ERC. Torra es un estorbo. Y hay que apartarlo como lo han apartado ya el PSC, que cree que boicoteará la mesa de diálogo, ERC, que mira para otro lado, y el Parlamento de Cataluña, que acata la decisión de la Junta Electoral que lo inhabilita como diputado. El modo que ha elegido el Gobierno para hacerlo se llama Iván Redondo. ¿No comprende Torra que la reverencia es el gesto de compasión que se tiene con el desahuciado?

Pues solo faltaría que se concediera una república mediante una reverencia.

*Funcionario.