Los animales, asombrados, pasaron su mirada del cerdo al hombre, y del hombre al cerdo; y nuevamente del cerdo al hombre; pero ya era imposible distinguir quién era uno y quién era otro», fabulaba George Orwell en ‘Rebelión en la granja’, en referencia a lo poco en qué se diferencia el poder aunque cambie de cara.

Más de medio siglo después, nos sigue tocando aguantar cerdos con sus falsas promesas.

A nadie le debe sorprender que líderes que ni siquiera se molestaron en esconder su racismo y xenofobia durante campaña electoral vayan a taparla una vez que están en el poder, al contrario, le dan rienda suelta.

Y ahí tenemos a los Estados Unidos, supuestos representantes de la libertad y la democracia enjaulando a niños separados de sus padres. Donald Trump sólo dará marcha atrás a su discurso migratorio de criminalización si pierde rédito electoral, algo que desgraciadamente no parece. Ninguna empatía muestra con las familias separadas en la frontera, son los otros, los sin derechos, los sospechosos de todo.

Igual ocurre con el ministro del Interior italiano Matteo Salvini para quien los inmigrantes que se juegan la vida al cruzar el Mediterráneo son «carne humana».

Encima, ambos esconden su fascismo contra los extranjeros bajo la excusa de la lucha contra las mafias. ¿Les han escuchado alguna vez realizar alguna propuesta para acabar con el tráfico de seres humanos? Yo tampoco.

En nuestro país, la resistencia llamaba de nuevo a las mujeres en las calles. Ya lo sabíamos, era el rumor generalizado, estábamos esperando la confirmación del peor presagio: ‘la manada’ libre.

La Justicia concedía la libertad condicional a cinco hombres que violaron y vejaron a una chica, que presumieron de ello, que cometieron y tenían intención de cometer otros abusos, que no parecen ser conscientes de sus tropelías. En seis mil euros se valora nuestra seguridad.

Por eso, cuando se conoció la noticia, lo que busqué inmediatamente fue movilizaciones, organización, llamadas a salir a las calles. Ante los abusos del poder, la única salida es la insurrección.

Que los cerdos sepan que estamos atentos y vigilantes.

*Periodista.