Periodista

MManuel Giménez Fernández, ministro de Agricultura durante la Segunda República, pertenecía a la CEDA, de orientación democristiana. Fiel a la doctrina social de la Iglesia, impulsó una reforma agraria que --aun moderada-- irritó a los terratenientes, muchos vinculados a la CEDA, que se la cargaron. El diputado Lamamié de Clairac, encabezó la revuelta interna. Declaró a El Sol (1934): "Como el ministro de Agricultura siga citando encíclicas de papas para defender sus proyectos (...) terminaremos haciéndonos cismáticos griegos ". Ahora la Democracia Cristiana alemana no se ha hecho siquiera cismática: se ha convertido al liberalismo salvaje. Quiere liquidar el Estado del bienestar. Un fantasma recorre Europa: el retorno a la jungla, a la ley del más fuerte.