Parece ser que en próximas fechas, se abrirá al tráfico el nuevo puente sobre el río Rivillas, que enlazará la carretera de circunvalación con la avenida Manuel Rojas (conocida también Ronda Norte de San Roque; considero que le debe llamar por su nombre). Esta avenida se convertirá en una de las principales arterias de entrada a Badajoz, pues, enlaza directamente la rotonda del ocho de la N-V con la carretera de circunvalación, y, por tanto, prácticamente con el centro de Badajoz. Será utilizada por muchos conductores que vengan desde la autovía de Madrid, además, de los nuevos vecinos de las viviendas que se están construyendo en San Roque, en la Atalaya, en el Cerro Gordo, y de los trabajadores de los polígonos industriales de Pealsa, San Miguel...

La avenida Manuel Rojas, construida aproximadamente hace dos años es una vía larga, pero urbanísticamente mal diseñada: con unas dimensiones escasas tanto en la anchura de calzada como de acera; dos carriles por sentido, sin espacio para aparcamiento en las calzadas; sin mediana; 1,5 metros de acera con una alineación de árboles en mitad, que hace imposible el paso del carrito de un niño o de la silla de ruedas de un discapacitado. Estas reducidas dimensiones provoca que los humos y ruidos generados por los vehículos alcancen directamente a los viandantes de las aceras y a las viviendas más cercanas.

¡Qué gran diferencia con la avenida Sinforiano Madroñero¡ --también alcalde socialista--, que fue diseñada y ejecutada bajo gobierno de Manuel Rojas. La avenida de Valdepasillas consta: de tres carriles en cada sentido, con espacio para aparcamiento; mediana verde de tres metros; aceras de más de diez metros de anchas, para que los vecinos puedan pasear, sin respirar los humos de los vehículos y soportar directamente sus ruidos.

Algunos lectores pensarán, que la avenida Manuel Rojas se construyó así de estrecha por ser Miguel Celdrán de distinto color político; sinceramente, espero que no, pues ese mismo argumento se podría utilizar también para criticar la construcción de la avenida Jaime Montero de Espinosa (alcalde conservador), en el Cerro del Viento con las mismas dimensiones reducidas que la avenida Manuel Rojas. Ahora sí, lo que pienso es que en el diseño y construcción de estas dos avenidas se han priorizado los intereses particulares de algunos, los que tienen los terrenos cerca de las avenidas, en contra del bienestar y la salud ambiental de los vecinos de estas zonas.

Joaquín León Cáceres **

Badajoz