Venciendo, parece, algunas dudas, Alfredo Pérez Rubalcaba se lanza nuevamente a la 'melee'. Es decir, a ser elegido, o no, en el congreso que el PSOE celebrará en febrero en Sevilla, como secretario general y controlador máximo de un partido que ahora aparece desgarrado, exhausto por casi ocho años en el poder en medio de una etapa nacional e internacional especialmente difícil.

Han sido muchos los errores que los socialistas han cometido, como Gobierno y como partido. Entre ellos, entiendo, no haber celebrado antes estas 'primarias' entre Rubalcaba y Carme Chacón . Ya sé que un congreso no es lo mismo que unas elecciones primarias, pero los 'contendientes' serán los mismos y la falta de programas diferenciados, idéntica.

Contemplo un PSOE desencantado, entristecido al comprobar que la sociedad le ha dado la espalda y sospechando, me parece, que el partido también ha dado la espalda a la sociedad. Esas facturas se pagan durante bastante tiempo: pronosticar 8 años de travesía del desierto no parece, hoy, muy arriesgado.

Si hablamos de personas, pienso que Rubalcaba, que tanta carne ha puesto en el asador, pero que tanto se ha equivocado en el planteamiento de su campaña y, ahora, en el precongresual, ya no es la solución de futuro que el socialismo y la izquierda necesitan: está desinflado y es una lástima, porque enormes cualidades -junto con algunos defectosle adornan. Puede que gane el congreso a Chacón, si es que ella finalmente, como parece, se decide a anunciar que aspira a la secretaría general, pero quienes se alinean con unas tesis socialdemócratas, quienes quisieran una alternativa al actual emergente poder absoluto, seguirán buscando nuevos rostros con menos cicatrices, y poco se habrá solucionado de cara a un futuro estable y constructivo. Tiene que surgir el Rodríguez Zapatero (mejorado, si es posible) de 2012, de 2013...¿o el de 2020?

Debo, en todo caso, rendir un homenaje personal a Alfredo Pérez Rubalcaba, que ha arrastrado un enorme desgaste y se ha lanzado con valor a una pelea electoral, la del 20N, que ya estaba perdida de antemano, y él lo sabía. Es algo que debe reconocérsele. Lamento desconocer los nombres de los otros candidatos, si es que los hubiere -y solamente falta un mes para el congreso--, y eso me impide comentar otras opciones. Todo lo cual nos habla de una lamentable improvisación, de que son muchas las cosas que 'se cocinan' fuera de la vista de los militantes de base, de los votantes y de los ciudadanos; y siento decir que en esto el eterno Rubalcaba también tiene algo que ver, aunque no sea solamente él el responsable, ni mucho menos.