No me gustan las cosas complicadas que se simplifican para que parezcan simples. Entre otras razones porque el mundo y la realidad no son simples, sino complejos, y ya ha hablado a este respecto ampliamente Edgar Morín , y tantos otros autores procedentes de las más diversas disciplinas; quiero decir, que no es una mera cuestión de conocimientos, sino una cuestión de actitud y coherencia, y hasta de ética ante la realidad. El afán de simplificar el mundo y la realidad implica y conlleva una deformación de la misma, y la gran mayoría de las veces, una deformación interesada. De manera que al simplificar se eliminan aquellos aspectos que no interesa evidenciar, revelar o mostrar, por motivos dispares, pero preponderantemente porque van en contra de ciertos intereses (no muy altruistas, por otro lado). Y es aún peor cuando el motivo de tal simplificación es el afán de reducir el esfuerzo o trabajo que conlleva o supone aprehender y exponer el mundo y la realidad, y se privilegia que las cosas sean simples, aunque siendo simples no se correspondan en absoluto con aquello que deben reflejar (el mundo y la realidad), con la manipulación que conlleva. Como decía Rafael Narbona sobre Robert Walser "el poeta no inventa el mundo, sólo ordena sus elementos", y si el lenguaje, base del poema y del poeta, no inventa el mundo y la realidad por lo menos sí ordena el mundo y la realidad; y si los ordenamos guiados por la simplicidad nos encontremos tal y como estamos hoy: en una absoluta asimetría intencionada y selectiva de las relaciones entre países, pueblos y ciudadanos. Cuidado, que ya me veo venir la retahíla de que este es un discurso elitista, pues critico intensamente la simplicidad, pero no la sencillez y la comprensión, por las que no sólo abogo sino que considero fundamentales, aunque quede claro que ello no elimina esfuerzos. Sigo a Cortázar : "Si tienes alguna cosa que decir y no la dices con el exacto y preciso lenguaje con que tiene que ser dicha, de alguna manera no la dices o la dices mal". Se me olvidaba, me gustan aún menos las cosas simples que se complican para que no parezcan simples.