T12t-M. Conmoción. Hemos visto, imposible no verlas, las imágenes del horror y la solidaridad anónima. Conviven en la dura contabilidad los enteros, vivos, heridos y muertos, con fracciones irreductibles. ¿De quién? La onda emocional ha llegado al último corazón sensible. Los hay blindados. En el aula el gesto serio y triste de los chavales lo dice todo.

Emoción. Hablamos de muerte, paz y vida. Los teléfonos han confirmado la ausencia de desgracias en las familias. Escriben al dictado. "La paz es imprescindible para vivir". Mi voz no es tan firme como otros días. La congoja influye en el timbre sonoro. Alzo la vista y me fijo en unos ojos, allá al fondo, a punto de desbordarse. Los lacrimales, aliviaderos de la pena, difícilmente contienen el agua salada. Me emociono. Los dieciocho pares de ojos infantiles, todos rebosantes, me miran. (Que no se sequen nunca).

Agradecimiento. Ante el horror, la solidaridad. Norte, sur, este, oeste responden. Madrid ha dado todo y más.

Duda. Aumenta la contabilidad negra. La roja merma. En pantalla uno de los elegidos, por mayoría absoluta y silente, dice tener certeza de que su índice debe señalar al norte. Una cinta y una furgoneta le contradicen.

*Maestro