Escritor

Viendo lo que ocurre, de pronto la figura de Stalin ha aparecido en los últimos días en los diarios nacionales por su centenario. Todavía quedan residuos en España de stalinistas. El gran sueño de estos siniestros personajes es que el PP en Badajoz baje en votos y poder ellos manipular a sus anchas el gobierno. En ese caso, lo mejor que podría hacer Orduña y los suyos es actuar de oposición pura y dura. Otra cosa sería una locura. Un amigo de Villafranca de los Barros me cuenta de los stalinistas de esa ciudad que en unas elecciones, al saludarse los interventores de mesa, el stalinista al ver a mi amigo le dijo:

--A éste no le saludo porque es socialista.

Era lo que pasaba en la guerra cuando llevabas detrás a los comunistas, que necesitabas de un casco especial. Era más peligroso el tiro por detrás que el de delante.

Wilhelm Reich, el famoso psiquiatra vienés, ingresó en el Partido Comunista de Austria con la noble idea de introducir los avances sexológicos dentro del partido. Enterado Stalin, le envió a su psiquiatra particular, Petrof, que informó que estaba loco. Fue expulsado del partido, e igualmente de la Alemania nazi, de la que salió por pies. Al final murió en los Estados Unidos, en una cárcel de Nueva York, perseguido por los inspectores de Sanidad. En dicha cárcel fue utilizado de cobaya humana para reducir la pena. Estaba lejos todavía el 11 de septiembre.

En España, durante muchos años después de la guerra, el encargado de decir si estabas loco era el doctor Vallejo Nájera padre. Sus informes, que están en mi poder, eran terroríficos. Por ser comunista, ya te catalogaban de loco, cosa que no siempre coincide, aunque haya sus motivos. Uno conoce comunistas de gran profundidad. Carlos Marx hablaba latín y griego, y traducía a Eurípides, su libro de cabecera, junto a Shakespeare.

Así que ténganlo en cuenta y, a la hora de decidir, infórmense, porque para desgracias y locos ya tenemos un adelanto con la trinca. Son los locos del otro lado. Los que no caen en manos ni de Petrof ni de Vallejo Nájera padre. Pongan sus cinco sentidos en el futuro que nos aguarda.