De fondo suena BoB Dylan , y claro, me digo que esto no tiene buena pinta. Y recuerdo un texto de Alan Pauls La solución Bolaño en el que señala satisfactoriamente el tiempo que llevaba sin relacionarse con poetas, y cómo a través de la lectura de Los Detectives Salvajes volvió irremediablemente a entrar de lleno en ellos. Y recuerdo un poema de Carlos Marzal en el que alude a lo peligroso de estas relaciones que "acaba siendo malo para el cuerpo/ aunque mucho peor para el espíritu". Y recuerdo, sin intentar imitar al gran Gombrowicz (sería imposible), que en mi adolescencia también frecuenté poetas, algunos en presencia y otros más en tinta, y que tal vez mucho de lo sucedido tenga que ver con eso, pero ésta sería otra historia. Y recuerdo la tristeza que me produjo la muerte de uno de esos acompañantes, José Agustín Goytisolo , y que una noche, dos días después de su desaparición, me senté a ver una entrevista que le habían realizado con el objetivo de ser emitida cuando ya no estuviera, y al final de la misma la periodista le preguntaba si deseaba dejar algún mensaje a los que quedaban o a la posteridad, y dijo tranquilamente "que tengan suerte". Y recuerdo como mucho después el enigma de esa respuesta se resolvió gracias a Nélida Piñón , que en una conferencia en Casa de América, afirmaba que cada vez que un joven se le acercaba siempre le decía "mucha suerte", consciente que la ilusión, motor del movimiento, estaba cercado por múltiples abismos. Y recuerdo que el miedo a los poetas debe partir de esa oscura lucidez que atesoran, la consciencia de que la vida, como ya señaló Lorca , no siempre es justa, ni noble, ni sagrada, pero que aún así hay que saber vivirla. Y recuerdo que será preciso por tanto encomendarse a la suerte, después eso sí, de haber hecho todo lo posible para que tenga que hacer lo menos posible. Por lo pronto, yo, que también me había alejado de los poetas, me acerco de nuevo a ellos a través de los versos de Alvaro Valverde . Buena suerte.