Dice mucho, respecto de la ecuanimidad del abogado Manuel González Peeters , el comentario con que concluyó su interrogatorio a Alberto Ruiz Gallardón . "Este tío es idiota", le confió a un micrófono abierto. El que se tratara de Ruiz Gallardón es lo de menos, aunque haya servido para que el comentario se haga público: de no haber sido un testigo conocido en una causa conocida, Ruiz Gallardón habría sido idiota solamente para el abogado González Peeters , ya que, al parecer, nadie más en la sala oyó el comentario. Por cierto: de haberlo oído, ¿qué habría hecho la presidenta del tribunal? Mas: ahora que se sabe, ¿cabe alguna sanción, alguna medida disciplinaria? Y en términos generales: ¿Basta con amonestar a un abogado cuando el abogado trata de idiota a uno de los testigos? Bueno, de idiota o de mentiroso, que sería el tratamiento más adecuado para quien está siendo interrogado y se sospecha que miente, o que no dice toda la verdad, o que no contesta conforme a lo que se desearía.

Evidentemente, González Peeters podría tener motivos para creer que Ruiz Gallardón es idiota, como podría creerlo de otros testigos a los que haya interrogado. Es más: podría basar su opinión en criterios estrictamente profesionales, puesto que Ruiz Gallardón ha sido ministro de Justicia y él es abogado. Y también está la política: es probable que González Peeters no comparta la ideología de Ruiz Gallardón . Sea como fuere, ni siquiera es preciso apelar ahora a la profesionalidad exigida, al código deontológico que rige para según qué oficios, principalmente los que afectan a los demás. Ruiz Gallardón estaba allí en calidad de testigo (como si hubiera estado en calidad de acusado) y la ecuanimidad que se le supone a los miembros de un tribunal de justicia no parece que haya regido en el caso del abogado González Peeters , ni como "imparcialidad de juicio" ni como "actitud equilibrada", las dos acepciones. Lo cual no significa que González Peeters no tenga derecho a pensar que alguien es idiota. Está en su derecho incluso a decirlo. Pero siempre que lo haga fuera del estrado. O fuera de micrófono, al menos.