QUEJAS

Residencia Cervantes

Montaña Andrada

Cáceres

Lo que está pasando en la residencia de mayores Cervantes de Cáceres es por permitir a empresas privadas gestionar lo público. No solo residencias, también guarderías, centros de día, etcétera, y nos daremos cuenta que solo se busca el beneficio monetario, no el de las personas. Para estas personas, los ancianos y los trabajadores son únicamente números. Yo solo espero que reciban el mismo trato, pero cuando sean conscientes no cuando la situación física y psíquica estén tan deterioradas que no puedan reflexionar sobre sus abusos.

He constatado que incluso subiendo el dinero que se queda esta residencia de cada anciano, se ha cortado el abastecimiento de agua embotellada a los usuarios repartiéndoselas en jarras que saben a lejía. Esta residencia, que depende del Sepad, ha optado por coger un catering del exterior y este catering ha decidido no darles el agua y lo que es más importante no respetar las dietas especiales que puedan tener cada anciano. Todos tienen el mismo menú sin diferenciar entre diabéticos, hipertensos- de los ancianos sin ningún problema (menús no adaptados para personas de esta edad). Y, además, quisiera hacer constar que el director de este centro no ha informado de estos cambios a los familiares de los usuarios. Su única respuesta cuando se le pide algún tipo de explicación es que él no va a hacer nada y que el que no esté de acuerdo, se vaya y ya está. Esta respuesta te la da desde el pasillo, ya que no te recibe ni siquiera en su despacho. Y sin controlar de manera alguna si su centro funciona correctamente.

LA COARTADA DE LA CRISIS

Trinando con la troika

Pedro Serrano Martínez

Valladolid

La troika financiera es un dios uno y trino que nos hace trinar. No pretendo ser irreverente, pero a la troika (Comisión Europea, BCE y FMI) le encuentro cierto parecido con el misterio de la Santísima Trinidad, pues, como este último, tampoco se puede entender y explicar, y consta de tres instituciones distintas y un solo poder verdadero.

La troika es un ente todopoderoso y antidemocrático al que hay que rendir pleitesía y acatar sin rechistar sus dogmas económicos y políticos; un dios inmisericorde e insaciable al que cada día hay que ofrecer nuevos sacrificios humanos en forma de políticas de ajuste. La troika, con la ayuda de gobiernos secuaces, está causando en Europa una crisis democrática sin precedentes en las últimas décadas y condenando a millones de personas a la precariedad por una deuda ilegítima e impagable, en su mayor parte de bancos, grandes empresas y entidades financieras.

Cuando la troika nos ayuda o rescata, en realidad nos está ahogando. Con la coartada de la crisis de la deuda nos está imponiendo el desmantelamiento de los servicios públicos para entregarlos al sector privado, despojándonos así de los derechos sociales y laborales conquistados. Pero, mientras todo esto ocurre, se consiente de forma vergonzosa e impune la evasión fiscal y el crecimiento ilimitado de la economía financiera y especulativa.