PROBLEMAS DE TELEFONIA

Hasta nunca, Movistar

Angel Iglesias Mora

Cáceres

Además del contrato fusión de Movistar, tengo una tarjeta prepago, con un saldo de 18,17 euros. Al recibir un mensaje que me obligaba a una recarga para no perder el número, el día nueve del mes en curso, incrementé el saldo anterior, con cinco euros. En buena lógica, tendría que tener, 23,17 euros. Al comprobar si la recarga se había realizado correctamente, me encuentro con la sorpresa, de que los 18,17 euros han desaparecido, quedando tan sólo, los 5 euros recargados. Llamé al 1004 y las operadores manifiestan que es la política de Movistar, que hay un plazo para gastar el saldo y que por eso me lo han quitado. Yo, puedo entender, que me obliguen a una recarga para conservar el número, lo que se me escapa a mis cortas entendederas es que me quiten mi dinero porque el saldo es dinero, un dinero que yo he pagado y gasto cuando me da la gana. Se podría perfectamente denunciar a la operadora, tengo la seguridad, que la fiscalía encontraría algún ilícito. Me lo pensaré. Lo que no me voy a pensar es en largarme como alma que lleva el diablo de Movistar. Sólo que yo esperaré a cumplir mi tiempo de permanencia, en relación al contrato fusión. Tengo la costumbre de cumplir lo acordado. Pero jamás pacté, ni acordé, ni firmé gastar mi dinero de la tarjeta prepago cuando a Movistar le venga en gana. Es una pena, llevo años con ellos. Y aunque el importe no da para unas vacaciones, quizá si un Bárcenas cualquiera me "mueve" los 18.17 euros, al cabo de un tiempo, los réditos hubiesen sido sustanciosos, jugosos.

Por eso, hasta nunca, Movistar.

DISCURSO EN LA ONU

Un libro y una pluma cambian el mundo

Pedro Serrano Martínez

Valladolid

Estas contundentes y certeras palabras las ha pronunciado Malala, recientemente, en un conmovedor discurso ante la Asamblea General de la ONU, donde le rendían un homenaje en su décimosexto cumpleaños. Malala, a la que ya califican como la niña más valiente del mundo por su coraje y determinación, pidió en su discurso "educación para todos" y defendió que la única vía para cambiar el mundo son "los libros y las plumas".

Como ya sabrán, Malala es una niña paquistaní que sufrió un ataque brutal de los talibanes en octubre de 2012 por defender la educación de las niñas. "Pensaron que con sus balas me callarían para siempre, pero fracasaron". "Tomemos los libros y las plumas porque son nuestras armas más poderosas", ha dicho esta joven ante la Asamblea.

Cuánta razón tiene esta niña decidida y valiente. Solo la educación nos puede rescatar de la cerrazón y de la bestialidad. Solo la formación y la cultura nos pueden librar de las tinieblas y ofrecernos nuevos horizontes. Solo los libros nos pueden despejar el camino hacia la libertad personal. De modo que, como dice Malala, luchemos por la escolarización universal. Tomemos las armas más inofensivas y más poderosas a la vez para cambiar el mundo, para neutralizar la sinrazón y la barbarie.