VIOLENCIA DE GENERO

Ella se niega a seguir llorando

Rubén Luna

Cáceres

Aquella chica abandonada, a espaldas del mundo. Nacida con un poder que se negaba a reconocer. ¿Cambiarlo todo? Es una centésima de sus posibilidades. Entregó eso a un temido amor que le dio la espalda. Y ahora solloza, en una oscura esquina, ignorando lo que le rodea, conteniendo un grito. No quiere que sepan la verdad. Se ahoga aún más, achicada, es incapaz de levantar la cabeza. Consumida por el miedo. Así pasan los minutos, que giran a su alrededor, ignorándola también. Agotada por sufrir, sin encontrar aún una razón, pero aferrándose al ya diluido pasado. Recostada, no puede más. Cierra los ojos, se niega a seguir llorando. Pudo afrontar terribles realidades, pero la soledad pudo con ella.

EN ESTABILIDAD

Premio a Rubalcaba

Javier Torres

Madrid

En vísperas de la reunión de su partido, en el que con esta distinción saldrá reforzado, se acaba de otorgar a Alfredo Pérez Rubalcaba el premio internacional de estabilidad en el empleo político, categoría B, es decir, de oposición. En categoría A, de gobierno, España no tiene ese honor desde tiempos de Franco, aunque estuvo a punto de conseguirlo Felipe González, que recién ha montado una fundación, como monumento a su propia memoria, por si otros nos olvidamos de hacerlo con lo que está cayendo.

MENOS LIMPIEZA

El regreso de Leopordo de Gregorio, Esquilache

Agustín Arroyo

Madrid

En Madrid llueve sobre mojado. El ayuntamiento de la capital han invertido un 20% menos en limpieza en los dos últimos años. Ahora las empresas privadas de limpieza quieren realizar un ERE para despedir a 1.100 trabajadores y al resto reducirles notablemente el sueldo en el caso de que los comités de empresa acepten 900 despidos.

La limpieza de Madrid capital no puede quedar en manos de cuestionables decisiones empresariales enfocadas al lucro o enriquecimiento de sus dueños y directivos. La alcaldesa no debe argumentar que el ayuntamiento está al margen de las decisiones y negociaciones de las empresas concesionarias con los sindicatos. La limpieza e higienes de Madrid son una cuestión colectiva de salud pública y no debe estar sometida a los vaivenes de una crisis tan profunda que nos anegue en un deteriorado paisaje de muladar o estercolero. Ya los madrileños no hacen aquello que comentaban el ministro de Carlos III, marqués de Esquilache, en la segunda mitad del siglos XVIII que "los madrileños son como niños pequeños, lloran cuando les lavan". Ahora exigimos limpieza en las vías públicas y plazas, higiene, inversión estratégica en este terreno y, sobre todo, decoro político y eficacia a quienes manejan y administran nuestro dinero y nuestro impuestos.