TRISTE NOTICIA

Adiós a Juan Guerrero

Pedro Muriel

(Concejal de Educación)

Es un día de tristeza por la pérdida de nuestro amigo y querido fotógrafo Juan Guerrero.

Ha sido una noticia imprevista y dolorosa para los cacereños. Es el momento de acompañar a la familia y a todo el mundo de la fotografía de nuestra ciudad. Su pérdida nos deja un gran legado de imágenes que nos harán recordarle para siempre.

pEL WOK

Agradecimiento

César Martínez

Cáceres

Señor director, solo unas líneas para agradecerles la publicación en la sección Espacio del lector la crónica enviada sobre el asunto Wok, por el comportamiento del ayuntamiento hacia los propietarios de las viviendas de Alcoresa.

Espero que siempre estén en la línea de imparcialidad e información clara y concisa hacia el ciudadano. Felices fiestas para todo el personal y que tengan mucho éxito en su cotidiano trabajo.

LA INFANTA

Hacienda, cuestionada

Juan José Fuente Hidalgo

Madrid

Junto al Ministerio de Hacienda, y al estilo norteamericano, un ciudadano español se ha paseado exhibiendo un cartel con el texto: "¿Hacienda somos tontos? ¡La infanta, al banquillo!". No hay desastre natural que pueda hacer más daño en un Estado de derecho que esa pertinaz sequía de una Justicia realmente igual para todos.

ESPERANZA AGUIRRE

Quién paga a quién

Martín Sagrera

Madrid

"¿Quién le paga?" Es un insulto barriobajero, que nunca esperé que me lanzara Esperanza Aguirre. Y menos, si cabe, porque llevar yo una pancarta que no hacía sino animarle a realizar lo que ella misma acababa de afirmar que iba a hacer, lo que pone en evidencia su poca sinceridad: "Esperanza Aguirre, di la verdad, y el Partido Popular limpiad, y los demás". Pero ella estaba saliendo de un nuevo interrogatorio judicial contra la corrupción, lo que le hizo, sin duda, perder los pedales.

El insulto no hace sino mostrar la falta de mejores argumentos y la falta de respeto a los demás de quien lo profiere. Por ello, le respondí que yo, como los demás ciudadanos, éramos los que le pagábamos a ella, y que su insulto ponía en evidencia su carácter antidemocrático, mostraba poca vergüenza; esto, ante su ofensa previa, no era ya un insulto, sino una debida denuncia del suyo.

Lástima que algunos serviles hayan difundido que su exabrupto fue una respuesta a anteriores insultos a su persona que, como registraron las cámaras de televisión, nunca existieron. Con esos comportamientos de unos y otros ¿cómo vamos a mejorar nuestro país?