LOS PAPELES DEL PP
A buenas horas ...
Carlos Giraldo
Por mi trabajo, paso con frecuencia ante la sede del PP. Ayer, a las 10.35, estaba detenido en la salida del garaje en la calle Zurbano un furgón blanco que contenía los resultados de las 14 horas de pesquisas policiales. Pero no hace muchos días que estaba parado en el mismo lugar otro furgón, con los distintivos de una empresa de destrucción de documentos, y con los motores en marcha, que iban triturando los papeles. Cabe sospechar que aquí, como en el caso Bárcenas, se han perdido los papeles.
LA SEDE DEL PP
Diarios para inocentes
José María Grandas
Madrid
Periodistas bondadosos crearon en un país anglosajón un diario que sólo publicaba noticias buenas. Fracasaron porque se trataba de un país demasiado serio. Pero hoy consulto en internet dos diarios madrileños que, sin presumir de dar sólo noticias buenas, ahorran a sus particulares parroquianos el mencionar siquiera el registro de la sede del PP por la Justicia. Eso sí que es preocuparse por sus lectores, para que puedan vivir en el paraíso, o al menos, en el limbo de los inocentes, por más que hasta la Iglesia haya reconocido ya que este último no existe y que el paraíso es un estado de ánimo, como el que crean esos periódicos a buen precio.
El mejor ejemplo del influjo de esos diarios para inocentes es Rajoy, "inocente en el extranjero" a lo Mark Twain, quien, después de habernos dejado solos, declara desde Bruselas que no se trata de un registro, y que el PP coopera al máximo con la Justicia.
COMUNICADAS
Manifestaciones
Alberto Becerra
Madrid
La Constitución, negro sobre blanco, dice que los ciudadanos podrán manifestarse sin autorización previa. Pero haced las leyes y dejadme los reglamentos. El Gobierno ha hecho el suyo: las manifestaciones han de comunicarse. Y no de cualquier modo, incluso tan claro e inequívoco como por los medios de difusión, sino ante un funcionario que podrá desnaturalizarlas e incluso prohibirlas. No cabe burla más directa a la Constitución. El 15M hizo muy bien en denunciarlo.
Otro tema muy distinto es si ha sido ha acertado su insistir tanto en ese tema cuando hoy en España hay que defender derechos y libertades aún más importantes y conculcados, privándose cada vez más con esa táctica, uno de los principales instrumentos que podría tener para luchar por ellos, y dañando sin querer a otras organizaciones ciudadanas, a las que se va aplicando la represión, que agiganta y consolida la ley mordaza. Es obvio que el Gobierno aprovecha esa táctica para debilitarle cada vez, disminuyendo el número de asistentes a esas manifestaciones que declara ilegales, con una presencia aplastante de policías que incluso, como en la reciente del 24N ante el Congreso, fecha en que llegó a forma cordones represivos ya en Atocha, que identificaba a los ciudadanos sospechosos de acudir a ella.