TLtas trampas en la democracia suelen traer consecuencias desastrosas. Por ejemplo, aquí, con ocasión de las elecciones del 27-M. Muy mala cosa para nuestra democracia es eso de descalificar e incluso criminalizar a los partidos que no siguen exactamente los esquemas que algunos o muchos creen insustituibles. Al parecer, ni siquiera se debería negociar con ellos, a no ser que se trate de favorecer a nuestros intereses particulares. Con los nacionalistas, para la derecha, sólo se puede negociar y pactar si es con la propia derecha. Las desproporcionadas objeciones que se hacen a Nafarroa Bai obedecen al hecho de que el partido de Rajoy no tiene nada que hacer con ellos. Pero bien que se aplican ahora a cortejar al PNV y a CiU, como si hace pocas semanas o meses no hubieran sido para ellos las bestias negras de la ruptura de España en pedazos. Porque han visto que no es imposible un entendimiento con esos dos nacionalismos tras las próximas generales.

La democracia puede quedar malherida si andamos con estas exclusiones y anatemas, en este caso contra el PSOE por negociar con NaBai y contra la propia NaBai por considerarla merecedora de las tinieblas exteriores de la antiEspaña. Media vida proclamando la necesidad de integrar a los nacionalismos pacíficos en los mecanismos institucionales de la democracia, y cuando eso puede producirse, se intenta expulsarlos al infierno o al limbo. No sé muy bien por qué, pero pienso en esas ocasiones en que en otros países se ha excluido a los vencedores de elecciones democráticas. Sucedió hace años en Argelia con los islamistas moderados del FIS. Está ocurriendo ahora con Hamas en Palestina, el partido que ganó las elecciones legislativas. Entonces, ¿democracia para que ganen solamente los que nosotros queremos? Eso es una burla y un engaño: mejor que no haya elecciones o que de antemano se prohíba a los malos presentarse a los comicios. Así haremos una democracia a la medida de nuestros intereses políticos particulares, lo cual es en sí mismo un desastre para el sistema democrático, además de sus posibles consecuencias.