La Unión de Pequeños Agricultores (UPA) ha tenido la buena idea de expresar su protesta por los precios de los productos agrarios de una forma llamativa y con un bello resultado: haciendo un gran mosaico en la plaza Mayor de Cáceres con manzanas, melocotones, nectarinas y peras extremeñas, y otro más pequeño, en la Plaza de San Jorge, en la que, con hortalizas, se recrea un mapa del mundo (en la foto).

Las dos obras, de grandes dimensiones (solo el mosaico ocupa la parte central de la plaza) se convirtieron ayer en una gran atracción ciudadana: miles de cacereños vieron, por la mañana, como decenas de agricultores iban componiendo la obra, y por la noche asistieron a la sesión de fuegos artificiales con que se celebró.

En realidad, lo que ha hecho UPA es darle un homenaje al campo. Y, de paso, recordar a todos que, a pesar de ser el principio de la economía, está maltratado por un sistema económico y por una sociedad que lo ignora. Una iniciativa tan original merece ser aplaudida. Por el fondo y por la forma. Si además sirve para recordar que Cáceres está en la carrera de la Capitalidad en el 2016, pues miel sobre hojuelas.