Coincidimos todos en que estamos perfectamente enterados (¡qué tontería se me acaba de ocurrir!) de que mañana tenemos el deber y la responsabilidad de acudir a las urnas. Todos estamos de acuerdo también de que hemos sido un poco víctimas y sufridores de esta ramplona, ordinaria y descalificadora campaña electoral- Esto es así y así hay que aceptarlo. Otra cosa es que los electores nos hayamos creído algunas de las tantas y tantas cosas que nos han prometido y nos están prometiendo los señores candidatos. Por unos días estamos todos inmersos en algo así como en el país de las maravillas . Sí todo lo que se ha prometido y se promete por los aspirantes a mandarnos en sus respectivas propuestas electorales se cumpliera algún día esto sería jauja y todos felices, contentos y dichosos. Muchos elegibles, en eso de prometer, se han pasado algo más de tres pueblos, dándonos la sensación de ser un poco Antoñita la fantástica - Pero bueno, aquí tontos ya no quedan y que cada uno saque sus propias conclusiones y en conciencia acuda a votar aquello o a aquellos que le ofrezca mayor credibilidad y garantía (¡Hombre, digo yo, que alguna credibilidad y garantía deben tener los aspirantes a gobernarnos en esta sufrida y vilipendiada tantas veces tierra nuestra!). Otra cosa también es lo que prometen otras opciones noveles en esto de la gobernabilidad y que no dejan de ser falacias sin ton ni son- Existen los que por mucha música que se les ponga no acaban de coger el ritmo adecuado. Suelen ser los más torpes.

XES CIERTOx (y sirva ello como pura anécdota o referente de cómo está el patio ) que más al sur de este nuestro cortijo los ánimos se han calentado, en algunos casos más de la cuenta, con el tema de refinería sí, refinería no . No obstante uno se queda un poco más tranquilo (?) tras la visita del señor ministro de Industria, a la sazón Joan Clos , animando tal proyecto ¡Manda huevos! Ojalá que el señor ministro acuda con más frecuencia por estas tierras (ya vamos a tener también un maravilloso y estupendo aeropuerto internacional que hará más fácil sus visitas) para ofrecernos otro tipo de industrias como las que ofrece a sus paisanos del país català- Pero eso es caer en la más absurda de las utopías, ¿o no, señor Clos?

Pero mi intención cuando he comenzado a hilvanar este comentario era animar al personal --seriamente, eso sí-- para acudir a votar, y más concretamente a esa gente joven que se encuentra desencantada y pasando del tema. No acudiendo a las urnas mañana no se arregla nada. Entiendo su desencanto y frustración ante ese futuro incierto y nada halagüeño que sufren y padecen; pero deben ser conscientes de que también esos más de 40.000 primeros votantes junto a los demás que ya han tenido derecho al voto alguna otra vez son legión y el futuro de esta tierra- Tenéis, permitidme que así os lo diga, la enorme responsabilidad de que con vuestra participación, y ejerciendo un deber cívico que os corresponde como individuos --adultos ya-- que formáis parte de esta sociedad, las cosas deben y pueden cambiar, e independientemente de que os creáis o no tanto mensaje que los aspirantes os han venido lanzando durante la campaña. No desaprovechéis esta oportunidad de manifestaros en total y absoluta libertad- Lo otro, lo de pasar , no os da derecho luego a exigir o pretender que las cosas sean de otra manera. Vosotros, dejando un poco de lado vuestro escepticismo y cierta apatía, sí podéis conseguir ese cambio que os haga creer en un futuro mejor y más ilusionante para todos y para esta bendita tierra nuestra.

Con todo el respeto que me merecéis, y consciente del potencial humano que formáis, acudid a las urnas y- ¡Votad, coño, votad!

*Comunicólogo