Espejo convexo comienza el curso escolar. Reconozco que aún mantengo el mismo entusiasmo que cuando preparaba la mochila y contaba los libros. Al igual que el año anterior, empiezo este primer artículo esforzándome para que la letra resulte muy bonita en este nuevo cuaderno, aunque si en la vida no hay dos días iguales, estas páginas aún con la misma letra nunca serán iguales.

El miércoles el tráfico era más intenso y en algunas calles el colapso se veía adornado con pequeñas mochilas y carritos de colores, había empezado el curso escolar.

Yo estaba a la espera de recibir la foto de rigor de la pequeña de la familia en la puerta del colegio, pero los nervios mañaneros y las nuevas situaciones lo impidieron.

A las 15.00 horas todos en la familia nos llamábamos con intriga para saber qué tal había ido su pequeña jornada, ¡cuánta ternura e ilusión se genera ese día!

Desde aquí me gustaría desear a toda la comunidad educativa un feliz curso.

En Extremadura se arranca con menos alumnos y más profesores en condiciones más favorables, lo que indica que la mejora en la calidad educativa era un objetivo prioritario de este gobierno, en esta legislatura con hechos ha quedado patente.

Ayer la Asamblea de Extremadura también estrenó curso y lo hicimos con el proyecto de Ley de Memoria Histórica, el proyecto de Ordenación Territorial, la Ley del Tercer Sector, la Ley de Conciertos Sociales y la Ley de Contratación Pública.

Todas ellas con la única voluntad de mejorar la vida de la ciudadanía. Estoy convencida que todas lo harán.

Me sorprende y apena que no todos los grupos parlamentarios tengan esta misma visión y duden de esto, quizá no consideran ni importante ni prioritario que una hija entierre a su padre con honra tras ser rescatados sus restos en una fosa repleta de agua, restos de animales y vidas rotas, arrancadas sin otro motivo que el de pensar diferente.

¿No es justo, humanitario, reconciliador que esas almas sin duelo que se encuentran en las cunetas y lugares sin nombre sean devueltas a sus familias para que descansen, al fin, en paz?

¿Acaso no hay mejor manera de cerrar heridas que dar duelo a tu ser querido «en casa»?

¿No es desgarrador que haya españoles sin saber qué fue de sus familiares?

La democracia honra a sus ciudadanos en su memoria, en ella cabemos todos, la pluralidad en libertad es la seña de identidad, no levantemos muros en algo que reconcilia tanto como lo es la humanidad.

* Filóloga y diputada del PSOE