Unas 3.500 personas reciben periódicamente comida de la delegación placentina del Banco de Alimentos. La necesitan, debido a su situación económica y familiar y el Banco actúa «como un complemento, no vamos a resolver su situación». Lo explica Loli Hernández, delegada en Plasencia del Banco, que llega también a poblaciones de las comarcas. Mañana viernes y el sábado, tendrá lugar una gran recogida que permitirá cubrir sus necesidades de cara al mes de diciembre y la Navidad.

Según explicó ayer Hernández, 70 tiendas colaborarán en la ciudad con esta recogida y 26 en poblaciones de las comarcas. Hasta 600 voluntarios se movilizarán por grupos para recibir las donaciones de los clientes y la delegación se encargará, en último término, de que lo recogido llegue a las 960 familias que atienden.

Lo más necesario / La recogida se hará en el horario de cada comercio y lo que más se necesita es aceite, legumbres, conservas vegetales y de carne, pasta, tomate y arroz, además de productos infantiles y de limpieza.

El reparto a las familias se hace a través de 38 entidades, que son asociaciones, parroquias, residencias y Cáritas, entre otras. Según afirmó la delegada, «intentamos llegar a la necesidad y comprobamos que los alimentos llegan porque tenemos voluntarios y trabajadores sociales».

En Plasencia, diariamente acuden a su sede unas diez personas y actualmente son veinte los voluntarios fijos. Su horario es de lunes a viernes, de nueve a una. Hernández subrayó ayer que los voluntarios siempre son bienvenidos y que lo único que necesitan es «ilusión y ganas».

La delegación placentina del Banco comenzó a funcionar en el 2013 y atendía a unas mil familias. Ahora, «son menos bocas, pero más necesitadas porque la situación está cronificada».