El número de donantes lleva estancado desde el 2000 y hasta 80 enfermos siguen esperando un riñón para poder llevar una vida normal en toda la provincia. Este es el SOS que lanzó ayer Alcer, la asociación, durante el primer curso sobre insuficiencia renal crónica que reunió ayer en el centro universitario a un centenar de personas entre profesionales, enfermos y familiares.

Alcer representa a 170 enfermos en la provincia, de los que sólo 80 pueden aceptar un trasplante. El problema es que los órganos no llegan y es que en esto estamos a la cola nacional, según destacó su presidente. "Tiene que haber un vuelco porque hoy puedo ser yo, pero mañana tú o tus hijos" alertó.

La jornada tuvo un contenido muy completo desde las experiencias de la Fundación Puigvert, que auguran una hemodiálisis diaria y no alterna, a la información al paciente en prediálisis o los cuidados de enfermería del pie en pacientes añosos en diálisis además de la donación de órganos que nunca puede olvidarse en este tipo de cursos.