La remodelación de la plaza del Rosal de Ayala ha sido el histórico caballo de batalla de la asociación de vecinos y hoy arrancarán por fin las obras, según anunció ayer la concejalía de Obras, que eliminarán el cuello de botella en que se ha convertido el acceso por la calle Luis de Morales dada su estrechez. Mientras que la bandeja central de la plaza dejará de ser un aparcamiento público para limitar las plazas de estacionamiento a 23 y habilitar en su interior una zona peatonal con mobiliario para recreo vecinal, incluida una fuente.

Habrá quien se alarme con la eliminación de aparcamientos, un número indeterminado según el edil delegado, Blas Raimundo, "porque como ahora no está regulado aparcan cuantos encuentren un hueco, pero junto a la estación de autobuses, a pocos metros, se va a hacer ya un párking", recordó. Mientras tanto, el consistorio pidió ayer comprensión a los afectados por las obras, cuyo plazo de ejecución es de cuatro meses y va a realizar la empresa Urbamon.

El ayuntamiento va a invertir 120.000 euros en la reforma, que llega con retraso porque fue adjudicada en mayo y debió iniciase en julio. Ya se intentó empezar en la legislatura pasada, pero el concurso quedó desierto y ha habido que esperar a esta.

El proyecto es de sobras conocido por la asociación de vecinos, con cuyo apoyo cuenta el ayuntamiento para suprimir esos aparcamientos y para reducir la zona verde de Luis de Morales, palmera incluida, con el fin de ensanchar la calzada.

Se trata de una reforma integral del espacio que incluirá la renovación de redes, la eliminación del cableado aéreo y la reposición del pavimento. El ayuntamiento quiere coronar la bandeja central con una fuente en torno a la que pondrán bancos.