Lograr la inserción social del colectivo de inmigrantes de la ciudad y a la vez su integración. Es lo que persigue un programa que acaba de poner en marcha la Concejalía de Bienestar Social de Carmen Blázquez gracias a una subvención de la Junta de 50.000 euros.

Blázquez indicó que el colectivo de inmigrantes ha crecido en los dos últimos años un 0,94% hasta llegar a un total de 1977 empadronados, 957 hombres y 1.020 mujeres (hay 344 menores censados) y explicó que cada año pasan por la oficina de atención a la población migrante (situada en la universidad popular) entre 600 y 700 personas. A todas ellas quiere llegar porque "aunque trabajamos por su integración, el proceso es lento, por nuestra parte y por la suya".

Por eso, ha elaborado un programa dirigido al inmigrante, pero también a la población autóctona. Así, a los primeros se les facilitará información sobre la Ley de Extranjería y se dará respuesta a todas sus demandas. También contarán con un servicio jurídico que les asesorará en cuestiones legales.

Para lograr su inserción social y también laboral se llevarán a cabo cursos de nuevas tecnologías y de habilidades sociales. La concejala destacó que "hasta ahora, este colectivo ha venido trabajando en la construcción, la limpieza y el campo, pero con la crisis, muchos han perdido sus trabajos". Para acceder a un nuevo puesto, la concejalía trabajará en colaboración con el Sexpe, con la concejalía de Empleo y su intención es lograr también el apoyo de empresas privadas.

La formación se completará también con cursos sobre energías renovables y azafatas de congresos, en este último caso, dirigido a inmigrantes y minorías étnicas.

SENSIBILIZACION Por lo que respecta a la sensibilización de la población autóctona, el programa contempla talleres de teatro y cuentacuentos en los colegios de San Miguel y La Data, donde hay más alumnos inmigrantes, charlas y jornadas técnicas sobre inmigración.

Estas actividades estarán en marcha hasta el 31 de diciembre y para llevarlas a cabo, el ayuntamiento contratará a cinco personas, que trabajarán en la oficina de atención a las personas migrantes, donde actualmente hay un mediador y una coordinadora. Los nuevos profesionales serán un educador social, un técnico de empleo, un asesor jurídico y otros dos mediadores, uno rumano y otro árabe.

Todos los interesados en asistir a los cursos o recibir cualquier tipo de información deben dirigirse a la oficina municipal, abierta mañana y tarde.