El Centro Meteorológico Territorial atribuyó ayer al excesivo calor el remolino de viento que el jueves pasado arrancó tejas del centro de salud de La Data. "No pudo ser un tornado porque estos fenómenos van asociados a la presencia de nubes tormentosas, sino que parece un remolino de viento aislado asociado al exceso de calor por contraste térmico". Esta es la explicación técnica del director del centro, Adolfo Marroquín, a la espiral de viento que los testigos narraron como si hubieran visto un tornado.

No obstante, y pese a las tejas desprendidas a la vía pública sin causar daños personales, a efectos técnicos no fue un fenómeno de gran intensidad por lo que no fue advertido por el sensor de viento que se encuentra instalado en el instituto Valle del Jerte. Estuvo muy localizado y duró sólo unos segundos en la avenida Cañada Real.