La crisis que arrastra Cáritas Diocesana no ha empañado su labor de atención a los desfavorecidos. El director en funciones de la ONG, Juan Franciso Serrano, destacó esta semana que en el 2002 se atendió a un total de 1.185 transeúntes, e hizo hincapié en que "no sólo recibieron techo y calor sino una ayuda personalizada para poder rehacer sus vidas e integrarse socialmente".

A esto hay que unir el trabajo con inmigrantes, desempleados y jóvenes con fracaso escolar que realiza a través del Centro de Acogida Temporal y el Centro Regional de Reinserción, más los dos pisos de vida autónoma, que --dijo-- "son acogedores, eficaces y ejemplares".

Serrano Pino hizo también una mención especial a los talleres ocupacionales de Cáritas, que desde hace 20 años prestan un servicio de formación profesional de los parados de larga duración y de los jóvenes con graves dificultades de inserción laboral "muy valorado y reconocido a nivel nacional".

PARADOS E INMIGRANTES En este sentido, destacó el dato de que 818 desemplados han sido ya orientados o formados laboralmente. Además, Cáritas ofrece servicios fuera de Plasencia como el de Rosalejo, de acompañamiento y ayuda a 1.219 inmigrantes que se establecen permanentemente en la zona del Tiétar, y otros dos de orientación laboral en Béjar y Don Benito.

El director de Cáritas no olvidó sumar a esta labor otros programas como la promoción de la mujer y proyectos de sensibilización y desarrollo de cooperación internacional, además de la formación del voluntariado, la animación de las Cáritas parroquiales e interparroquiales y el desarrollo institucional (asambleas, jornadas etc.). Con todo, apeló a seguir confiando en Cáritas por encima de los errores en la gestión reconocidos por el propio obispo de la diócesis, Amadeo Rodríguez.