Los centros escolares de primaria y algunos colectivos parece que son los únicos que se resisten a abandonar las tradiciones del Carnaval, que desde hace ya varios años han ido desapareciendo de la ciudad.

Así, los escolares inundaron las calles del centro y de algunas barriadas (como el caso del colegio San Miguel), realizando su particular desfile de Carnaval. El colegio Ramón y Cajal propuso a los padres y madres de los alumnos de infantil que se disfrazaran para acompañar a su hijos hasta la plaza Mayor y después les ofreció una chocolatada.

El Alfonso VIII realizó un desfile de Carnaval por la calle del Sol, cuyo denominador común eran los cuentos infantiles como Blancanieves y Caperucita Roja. Por la plaza Mayor pasaron alrededor de 200 escolares, que llenaron de disfraces la ciudad, aunque sólo fuera por un día.

Colectivos vecinales y de mayores --como el Hogar de La Data, que mañana celebra su fiesta de carnaval, con un concurso de jotas y pasodobles-- también quieren mantener viva la tradición. San Miguel ha preparado el miércoles un concurso de disfraces y una sardinada en el parque de la Manzana, desde las 18.00 horas. San Juan también celebrará el entierro de la sardina y el equipo de Feafes desarrollará su particular festejo el día 10.