¿Cómo acabar con las antiestéticas manchas de chicle que afean el pavimento de las calles del centro? GumBusters (cazachicles en inglés) tiene la solución. No se trata de un anuncio sino de la demostración que le hizo ayer el responsable de la empresa en España, Andrés Rodríguez, a la edila de Limpieza, Carmen Blázquez.

La concejala conoció a GumBusters en una feria en Cataluña y pidió una demostración para decidir si contrata este llamativo servicio de limpieza o no, dado que las manchas se multiplican en las calles del centro, sobre todo en las que han estrenado pavimento.

Un ejemplo es la calle del Sol, donde según Rodríguez hay entre 15 y 30 manchas de chicle por metro cuadrado. Ayer, la edila pudo comprobar cómo desaparecían las manchas gracias a una máquina que funciona con vapor y con un producto biodegradable que suelta espuma. "Es un producto inventado por un químico holandés que rompe la molécula del chicle", explicaba el responsable de GumBuster .

La concejala ya ha pedido presupuesto a la empresa y su intención sería contratar el servicio, de momento, para la calle del Sol y Talavera "porque son las que peor están". De contratarlo, los operarios trabajarían unos días, hasta dejar las calles libres de suciedad y después, el ayuntamiento echaría un producto especial "que evitaría que los chicles volvieran a quedar pegados en el pavimento, así que solo habría que pasar la barredora o baldear", indicó la edila.

La empresa cobra 2,5 euros por metro cuadrado y dado que entre Sol y Talavera suman 2.174 euros, acabar con las manchas de chicle le saldría al ayuntamiento por 6.350 euros.