Este mes se cumple un año de retraso de las obras del edificio de Servicios Sociales proyectado en La Mazuela. Lo que se anunció como una nueva sede para los servicios sociales de base y costeada a través de fondos europeos del programa Ecociudad, se ha quedado en un inmueble a medio construir y paralizado desde hace meses.

Ayer, la alcaldesa desveló el motivo, una ampliación del proyecto --adjudicado por 747.816 euros-- que se decidió una vez iniciado y que ha provocado diferencias entre los técnicos municipales y la empresa sobre el dinero de más que deberá pagar el ayuntamiento. "Se adjudicó una obra con un bajo y una primera planta, pero después, la empresa nos propuso hacer una segunda planta por poco dinero más. Ahora han subido la cantidad y el ayuntamiento no va a pagar un solo céntimo de euro más de lo que corresponde", subrayó Elia Blanco.

El ayuntamiento ya ha hecho sus cuentas y la alcaldesa confía en que la empresa adjudicataria, la UTE Flamor-Moliher, acepte su propuesta. Así cerrará el primer capítulo de esta obra, porque el gobierno prevé dar por concluida la obra actual para volver a sacar a licitación la segunda parte de la obra y cumplir así la normativa porque "aquí se cumple escrupulosamente con la ley". Esto remataría ya el proyecto porque la intención del ayuntamiento es que esa nueva planta pueda acoger también la agencia de desarrollo local, actualmente en el antiguo edificio de RNE, en la calle Santa Clara.

No hay fecha, por tanto, para que finalicen las obras porque esa segunda fase aún no ha salido a licitación y después deben cumplirse los tiempos administrativos para la adjudicación y el inicio de obra. Mientras, el PP ha denunciado que el edificio "se deteriora" al no haberlo tocado desde hace meses.