No solo el cine de calidad se hace en las grandes ciudades y con grandes actores. Lo ha demostrado la asociación 24 Fotogramas, que ha producido el cortometraje La Ventana, estrenado la noche del viernes en el Auditorio Santa Ana con una gran acogida del público. Los mayores aplausos fueron para dos jóvenes promesas de la interpretación, las niñas de diez años Aída Castro Barquero y Antía Freitas Rial que, de participar en montajes teatrales en sus respectivos colegios, han dado el salto al cine.

Por eso, en el estreno del viernes todo eran nervios y emoción, sobre todo para Aída y Antía. Así lo manifestaba José Luis Muñoz Bejarano, director del cortometraje y miembro de 24 Fotogramas, que destacó el acierto a la hora de elegir a estas dos intérpretes. "Hicimos un cásting entre gente que hiciera teatro, danza y les hicimos pruebas a unas doce o catorce chicas y elegimos a Aída y Antía y no nos cabe duda de que elegimos a las mejores".

Ambas interpretan a dos niñas enfermas que comparten la habitación de un hospital durante la posguerra española. Su único contacto con el mundo exterior es a través de la ventana de la habitación. Este es el argumento del cortometraje, basado en un cuento del escritor Germán Sánchez Espeso (Premio Nadal en 1979 y Premio Internacional de Novela Plaza y Janés en 1985.

Según explica Muñoz Bejarano, una quincena de actores --ninguno profesional porque no había presupuesto-- lo han llevado al cine. Las pruebas para el rodaje comenzaron en noviembre del año pasado y el rodaje en sí se prolongó durante cuatro meses, de enero a abril porque "como las chicas estudian y tienen sus horarios como niñas que son, hemos tenido que adaptarnos porque un corto normal lo puedes rodar en una semana".

Los interiores, la habitación del hospital que comparten las niñas, se han grabado en la residencia San Francisco y los exteriores, entre Plasencia, Baños de Montemayor y el Parque Nacional de Monfragüe.

En un corto bajo de presupuesto, lo que no han faltado son las colaboraciones y, en este sentido, Bejarano ha querido enviar un agradecimiento a todos, desde a sus compañeros de la asociación, hasta a la Junta por la cesión de un almacén de San Francisco, terminando por Caja Extremadura, por la cesión del auditorio Santa Ana para la proyección.