La asociación de comerciantes del centro pidió ayer a los consumidores que no compren en las tiendas que venden a bajo coste ropa supuestamente falsificada. Como en la que la Guardia Civil intervino el día anterior hasta 128 prendas al tiempo que detenía a su propietaria por un presunto delito contra la propiedad industrial.

La asociación ya pidió un veto de los consumidores a este tipo de negocios cuando hace unos años la Policía Nacional se incautó de un importante alijo de ropa, pero entonces se probó que había sido robada en Madrid. Ahora la operación de la patrulla fiscal de la Guardia Civil de Coria ha logrado recuperar más de cien falsificaciones que estaban a la venta.

Pero para el comercio son pocas las intervenciones de las fuerzas de seguridad en este ámbito. "Aquella tienda se cerró, pero hay más en distintos barrios que venden artículos de dudosa procedencia, como ha demostrado la Guardia Civil, y no vemos que se haga mucha vigilancia que digamos" dijo su portavoz.

TIENDAS POPULARES Mientras tanto, estas tiendas se han hecho muy populares entre los consumidores, que se amparan en que no tienen por qué saber la procedencia de la ropa y que es tarea de las fuerzas de seguridad controlar que sea legal. A ellos el comercio les pide que se conciencien y a la policía que vigile.

La asociación de comerciantes del centro insistió ayer en que suponen competencia desleal y la comisaría de la policía nacional reconoció que casos como el destapado por la Guardia Civil son una estafa. "Estamos investigando, pero hay que poder probar las sospechas" advirtió ayer el jefe de la comisaría de la policía nacional.